La herencia y la sucesión son conceptos relacionados pero con significados ligeramente diferentes en el contexto del derecho civil y de las transmisiones patrimoniales.

Herencia: La herencia se refiere al conjunto de bienes, derechos y obligaciones que una persona deja tras su fallecimiento. Estos activos y pasivos forman un patrimonio que se transmite a los herederos legales o designados por el fallecido a través de un testamento. La herencia puede incluir propiedades inmuebles, cuentas bancarias, inversiones, vehículos, bienes muebles, deudas, entre otros.

Sucesión: La sucesión, por otro lado, se refiere al proceso legal y administrativo mediante el cual se transfiere la herencia a los herederos o legatarios designados. Es el conjunto de trámites y acciones necesarios para determinar quiénes son los beneficiarios de la herencia y cómo se distribuirán los bienes y las obligaciones. La sucesión puede involucrar la intervención de un juez, un notario o un albacea, dependiendo de las leyes y los procedimientos establecidos en cada jurisdicción.

En resumen, la herencia es el conjunto de activos y pasivos dejados por una persona al momento de su fallecimiento, mientras que la sucesión es el proceso legal para transferir esa herencia a los herederos o legatarios designados.

Es importante destacar que las leyes y los procedimientos relacionados con la herencia y la sucesión pueden variar según el país y la jurisdicción, por lo que es recomendable buscar asesoramiento legal específico en cada caso para comprender mejor los derechos y las obligaciones involucrados.

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